Cuando uno lo entrevista por primera vez puede llegar a detestarlo. Eso me pasó con Freddy "Totono" Grisales cuando jugaba con Atlético Nacional de Medellín, en el 2001. Aunque tenía al frente una cámara de televisión, daba las entrevistas mirando al piso, y lo único que quedaba en la pantalla era su cabeza pelada y sus orejas grandes. Tuve que decirle "si no me miras, no puedo seguir. Esto es televisión". No me hizo mucho caso y prefirió reírse. Como en ese momento era la figura más importante del equipo verde, era impensable hacer una nota sin que él hablara. De todas maneras, con la fuerza de la costumbre y la necesidad de relacionarse entre periodista y futbolista, descubre uno muy rápido que "Totono" es un chico de barrio que, como todo chico de barrio, cuando se enteró que sus piernas tenían un talento con el balón lo que más debió costarle dejar fue la vida relajada con los amigos de la cuadra.
Grisales viene de un barrio de obreros en el municipio de Bello, cercano a Medellín. En su calle, muchas de las fiestas de fin de año, con asado de ternera, han sido patrocinadas por este futbolista. Sus amigos, casi todos, tienen un taxi. Mientras él se ofrece a prestarles uno de sus autos ( todos rojos), si tienen una cita amorosa.
Este jugador de la selección Colombia no es un tipo que soporte mucho estar por fuera de su entorno. La primera vez que salió a un equipo extranjero lo hizo a San Lorenzo, de Argentina, en 1999, y fue un novelón. Regresó a Colombia a los seis meses porque su representante, según él, no cumplió con lo pactado. Después de esa experiencia, cuando de algún equipo extranjero le hacían propuestas no parecía muy entusiasmado. Estuvo de "visita" en Inglaterra, donde fue rechazado por el Aston Villa, donde jugaba su amigo Juan Pablo Angel.
Después de otra temporada en Colombia, volvió al fútbol argentino, a Colón de Santa Fe, a la temporada 2004- 2005. Esta vez tuvo custodia policial porque recibió una amenaza de un posible secuestro. Después estuvo en la banca del Barcelona SC de Ecuador, antes de jugar en Colombia con Independiente Medellín en el inicio del 2006. De allí de nuevo a Argentina y al Colón de Santa Fe en el torneo Apertura de 2006 hasta el Apertura 2007.
Para el arranque de este 2008 volvió la novela "Totono". El mediocampista quiso irse de su actual equipo (Colón) para jugar en Independiente de Avellaneda. No se presentó el 4 de enero a la práctica de los sabaleros porque daba por seguro su pase al club rojo. El técnico del club santafecino, Leonardo Astrada, se mostró molesto porque Grisales ni apareció ni llamó. Mientras, en Independiente, el entrenador Pedro Troglio lo esperaba como uno de sus mejores refuerzos. Allí tampoco pudo llegar. Colón dueño de su pase le obstaculizó el camino por su manera de irse del club. "Totono" se defendió diciendo que le deben plata.
Declaraciones en los medios fueron y vinieron. Troglio se resignó, y le dijo al diario La Nación: "Hace mucho que estamos con el tema de Grisales. Había que darle un corte definitivo". Colón, molesto, dijo que no negociará el pase de este jugador en los próximos seis meses.
Ahora "Totono" se entrena con el Envigado Fútbol Club en Colombia. Estará parado seis meses mientras su pase queda libre. No podrá ser convocado a la selección Colombia para jugar los próximos partidos de las Eliminatorias.
Aunque en una primera entrevista podés detestar a "Totono", pasa el tiempo y lo empiezas a entender. Como se mueve en la cancha se mueve afuera. Es impaciente, acelerado y temperamental. Para muchos es un futbolista "crecido" que ahora está sin club por su delirio de fama. Para mi, es el mismo de las entrevistas con la cabeza baja y la sonrisa atolondrada. Debo reconocer que me agrada como jugador y que si tuviera en este capítulo que estar del lado de alguien estaría del lado de "Totono". Porque aunque ningún paso suyo por un equipo ha sido fácil, se come la vida como se come la cancha.