miércoles, 17 de octubre de 2007

Entre sueños

Soñé con Tevez. En una de esas conversaciones ilógicas de los sueños, él estaba feliz porque gracias al dinero que consiguió con el fútbol se había podido arreglar los dientes y desaparecer la cicatriz que tiene en el cuello. Después fuimos a una fiesta. Recuerdo que todos lo miraban con la cara que pone cualquiera al ver a un futbolista vestido de "civil". Sé que no era una cita romántica, más bien yo era su amiga, y si no me equivoco, andaba peleado con la novia. Gracias a Dios me desperté, porque no me gustaría un encuentro romántico y sexual con el jugador del Manchester United. Me reí , y pensé que su inclusión en mi estado onírico se debió a que horas antes lo había visto correr y armar algunas jugadas con Messi en el partido Venezuela-Argentina. No sé por qué no soñé con Riquelme o con Messi, al menos hicieron goles en ese aburrido partido. Pero claro, con Riquelme es muy difícil que sueñe hasta despierta. Me desespera su pasividad, su tibieza en la cancha. Sale con esa cara de nada a jugar por su país. En el juego con Venezuela se le veía ir para atrás todo el tiempo. El fútbol, tan amigo de las frases de cajón, dice es que es un deporte de resultados, es decir, (lo obvio hay que explicarlo) que no importa sino el marcador final. Visto así Riquelme es el super 10, pues en el primer partido de la Eliminatoria contra Chile marcó de tiro libre los dos goles del triunfo, y en Maracaibo, en el Estadio Pachencho Romero, un tiro libre suyo que llegó en forma de centro y encontró libre a Gabriel Milito, que remató de cabeza, fue el primer gol de los dos que le marcarían los gauchos a los venezolanos. Pero con sus goles y todo, no me gusta el 10 argentino. Creo que con el talento que tiene y lo bien que le pagan debería de ponerle más onda al asunto. Comerse la cancha, animar, ir de un lado a otro, no con ese desgano del que soñó con ser futbolista y terminó siendo el vigilante que se duerme en el turno de la noche. Ahora pienso que Tevez se me coló por error en el sueño, porque la verdad tampoco daba para pasar la noche con él. Esta selección Argentina gana, y es lo que se espera con rivales como Chile o Venezuela, y hasta con la mayoría de los que enfrentará en esta Eliminatoria pero eso no es una prueba de que encante. En los dos primeros partidos no fue a fondo, no arriesgó. Es un equipo al que las figuras y el talento le sobra. Alfio Basile armó un grupo macizo y fuerte, tuvo el acierto con Demichelis en reemplazo de Roberto Ayala, que renunció después de la Copa América. En Messi tiene la gambeta, en la defensa la contención para que Abbondanzieri no se desgaste, con Riquelme la creatividad y el gol con pelota quieta. Quizá tiene tanto que no le hace falta ir por más, y, así sencillo y sin mucho sobresalto gana. Es curioso, ahora no hay que pedirle a Argentina, sino a los rivales que metan el acelerador a fondo, que le exijan a los albicelestes para que esta Eliminatoria deje de ser un trámite y se convierta en un espectáculo de fútbol. Yo mientras agradezco que las noches sigan trayendo sueños y que ojalá el próximo sea un gol de Colombia.

1 comentario:

Ulises Terbay dijo...

Muy buen blog. Me gustaría conocer un pocó más. Saludos para vos.Desde aquí los invito a pasar por: www.elpaisquenofue.blogspot.com

Una manera sencilla de explicar el lado oscuro de nuestro agobiado país.
Ulises Terbay (Circulo de Periodistas Deportivos)(Buenos Aires-Argentina)