lunes, 26 de noviembre de 2007

Una sorpresa


Nunca ha sido campeón en los 92 años que tiene de vida. Lograrlo ya no es un sueño, sino el objetivo que se puede cumplir en una semana. Para Lanús este es el momento más cercano a la gloria: ser por primera vez campeón del fútbol argentino. Ayer se le escapó la tranquilidad de alejarse lo suficiente en el primer lugar de la tabla. En un empate cero a cero con Argentinos dejó ir dos puntos que hoy significarían un pedazo de trofeo en casa. ¿Pero cuál es la historia del Club Atlético Lanús?. Comenzó como arrancan estas cosas del fútbol: en un barrio de obreros, con gente comprometida a construir una cancha como si se tratara de la Iglesia del barrio, a punta de colectas, de meter la mano en la mezcla del cemento, de donaciones y de fervor. Fue así como el 3 de enero de 1915, en la zona sur del Gran Buenos Aires, teniendo de vecinos a Independiente, Racing y Arsenal, se fundó el equipo "Granate", como se le conoce por el color de la camiseta. Lanús se paseó muchos años en la primera B, luego se convirtió en un equipo de mitad de tabla para abajo, que no le hacía mucho ruido a los considerados cinco grandes equipos profesionales de Argentina ( Boca, River, Racing, Independiente y San Lorenzo).



El actual técnico de Lanús, Ramón Cabrero usó la fórmula que no siempre resulta, echo mano de lo único que tenía: los jugadores de las inferiores. En cada partido vio como el enano se crecía, y cuando miró para atrás, había dejado en el camino a Independiente, tenía de escolta al recién ascendido Tigre ,y a Boca pisándole los talones. Hoy a dos fechas de finalizar el torneo Apertura, los "Grana" tienen 34 puntos, les sigue Tigre con 31 y Boca con 30.


¿Cómo sigue la historia? pues bueno, con un poco de suspenso: en el partido de ayer después de cinco victorias consecutivas Lanús empató a cero goles con Argentinos, haciéndoles más fácil el camino a los que lo siguen. El miércoles próximo recibirá a Gimnasia de La Plata, mientras a esa hora se enfrentan Boca y Tigre ( los dos partidos que corresponden a la fecha 19 fueron adelantados porque Boca viaja a Japón al Mundial de Clubes). Y el domingo para garantizar una final con sentido, Lanús jugará de visitante ante Boca por la fecha 18.


A las buenas causas y a los equipos chicos siempre hay que sumarse, en eso creo y eso haré. Aunque reconozco, que en este caso me mueve más la sorpresa: Quiero un Lanús o un Tigre campeón.

viernes, 23 de noviembre de 2007

Estuve ahí








Yo estuve ahí, es una afirmación que uno como hincha hace cuando alguien evoca un partido importante. Y yo estuve cuando Racing e Independiente se enfrentaron en la cancha de Racing por el torneo Clausura, el 25 de febrero del 2005. Lo particular de esa tarde fue el estreno de Diego el "Cholo" Simeone como técnico de la Academia, una semana después de despedirse de jugador de ese mismo club de Avellaneda. Como dicen las abuelas: "El palo no estaba para cucharas", los hinchas de Racing estaban enojados por el manejo administrativo del equipo y los resultados en el torneo. El mayor atractivo para mí era ver jugar a estos dos archirivales, y deleitarme con el juego de Sergio el "Kun" Aguero. Este chico de 17 años ya pedía pista para jugar en Europa. De la misma generación de Lionel Messi, la manera de jugar del "Kun" no era de este mundo, y por más que tuvieran que marcarlo, sus rivales y compañeros deseaban sentarse a verlo jugar.
Yo estuve ahí cuando ese mismo chico le marcó dos goles a mi nuevo equipo en Argentina (Racing). Recuerdo que en el segundo gol ya el ambiente pintaba para violento. La "barra brava" de la Academia se acercaba en masa al palco de Fernando Marín, el gerenciador de Blanquiceleste S.A, dueña de Racing. La policía tenía orden de no reprimir la manifestación de los hinchas pero todo se tornó tan violento, con gente arrancando pedazo de cemento de las graderías, que la policía usó balas de goma para dispersar a los hinchas. Yo estuve ahí cuando Simeone, ídolo de Racing, no pudo entrar al vestuario pues algunos seguidores de su equipo del alma se lo impidieron a él y a los jugadores, lanzándoles desde zapatos hasta rocas. 20 minutos tuvieron que quedarse en la mitad de la cancha, hasta que custodiados por la policía, salieron de semejante batalla iniciada por los suyos.


Para quienes no conocen, les cuento que los estadios de estos dos rivales están a dos cuadras de distancia en el mismo barrio, en el partido de Avellaneda. La cancha del Club Atlético Independiente se llama Estadio Libertadores de América, se le conoce como "la doble vicera "por las dos tribunas que tiene techadas. El estadio de Racing Club es Presidente Perón, y le dicen "el cilindro" , por la forma que se ve en el exterior.

Hasta aquí he tratado de ser informativa pero se me asoma un poco lo de hincha de la Academia: Es mejor la cancha de Racing, por más que los de Independiente canten cuando la visiten "Racing, no veo un carajo. A esta cancha de mierda hay que tirarla abajo". La diferencia entre los dos estadios es de estética, estructura y aseo. Nada que hacer.

Yo no voy a estar ahí mañana cuando se juega otro clásico en Avellaneda, entre un Independiente que empezó este apertura en la punta de la tabla y que se fue desinflando, y un Racing ( Dios mio!) que se defiende para no ir al descenso. Aún con esa diferencia de objetivos sigue siendo el segundo clásico en importancia del fútbol argentino.

Yo no voy a estar ahí, pero si van a estar mil policías por considerarse un partido de alto riesgo. Según lo informa el diario Clarín, se aplicará el derecho de admisión, habrá control de alcoholemia y se utilizará el morpho touch, sistema que permite, a través de las huellas digitales detectar si una persona tiene antecedentes penales. Con semejante prevenciones parece más un torneo intercarcelario que un partido entre equipos que nacieron en barrios tranquilos.

Y no voy a estar ahí en la cancha pero seguiré este clásico por televisión. Le haré fuerza a la Academia y cruzaré los dedos porque sea un partido de fútbol y no un titular en la página de policiales.

miércoles, 21 de noviembre de 2007

El Karma del Coco


"Viejo mal educado", le escuché decir a un amigo periodista argentino cuando hablabamos de las declaraciones que dio Alfio "Coco" Basile después del partido con Colombia por las Eliminatorias a Sudáfrica 2010. Y estoy de acuerdo. Basile casi nunca responde lo que se le pregunta, está siempre de mal humor, incluso cuando gana. Ayer en particular es posible que tuviera detonantes adicionales para atender de mala gana a la prensa. Y es que en las Eliminatorias al Mundial este técnico argentino siempre ha tenido como karma a Colombia.
La historia comenzó el 15 de agosto de 1993, cuando por las Eliminatorias a USA 94 Colombia le quitó el invicto de 31 partidos en Eliminatorias a Argentina. Fue un partido en Barranquilla con goles de Iván René Valencia y Adolfo "el Tren" Valencia, con descuento de Medina Bello para los gauchos. El segundo capítulo es historia conocida: el 5 de septiembre de ese mismo año, en el Estadio Monumental, Colombia gana 5 a 0. Ayer, 20 de noviembre de 2007, el técnico fue el mismo, los jugadores otros y las diferencias de fútbol más marcadas que hace 14 años, pero de nuevo la derrota se la llevó el "Coco".

En la conferencia de prensa, después del partido que Colombia le ganó a Argentina 2 a 1, ningún periodista se salvó de la mala onda de Basile. Claudio Mauri, enviado especial del diario La Nación de Argentina, se llevó lo suyo por osar preguntarle que había pasado. La respuesta obvia e irónica de Basile, acompañada de su alzada de ceja fue: "Pues que perdimos, ¿y qué?" Mejor no les fue a los de Caracol Televisión cuando le recordaron que Argentina dirigida por él siempre pierde con Colombia en las Eliminatorias. Con su estilo lo dijo: "Y, debe ser entonces que la culpa la tengo yo".

Mal educado o no, Alfio "Coco" Basile recibió ayer una alerta. Los tres compromisos anteriores de Argentina en esta actual Eliminatoria no le exigieron nada, y ganó. Ayer con un poco más de presión de la que venía teniendo, perdió. Entre la derrota con Colombia y la próxima fecha hay seis meses de distancia, tiempo que medido en fútbol es una eternidad, para definir a que juega Argentina. Por lo pronto, sigo pensando que es gente rara esa que se dedica a dirigir una selección nacional de fútbol.

sábado, 17 de noviembre de 2007

No estamos a la altura


Los hinchas del fútbol no son todos iguales, depende mucho del equipo que les tocó amar, porque cuando se trata de una selección nacional, es lo que toca, no lo que se elige. El partido entre Argentina y Bolivia en la Eliminatoria a Sudáfrica 2010, lo vi con mi novio que es argentino, yo como colombiana no pude dejar de envidiar la seguridad con la que él esperaba los goles. Como si fuera una realidad irrefutable ganar, regañaba a los jugadores de la albiceleste por permitir, que tipos que se llamaban Joselito o Limber, les robaran el balón a los archiconocidos jugadores argentinos. Su mayor preocupación tenía que ver con qué Messi y el "Kun" Agüero no se entendieran en la delantera, que Tevez no se enchufara con ellos, y que Riquelme sólo metiera goles de tiro libre. Mientras, yo anhelaba que el partido entre Colombia y Venezuela no terminará cero a cero, que por fin pudiera festejar un gol colombiano. Argentina ganó y siguió como líder de la Eliminatoria, esta vez fueron tres goles los que le marcó a Bolivia, uno del "Kun" Agüero y dos de Riquelme.
Por más optimista que uno sea con su camiseta, el partido entre Colombia y Argentina no es de iguales. A los nuestros les cuesta organizarse en el mediocampo y generar opciones de gol, además de parecer más concentrados en desgastar al rival con la altura de 2600 metros de Bogotá, y las controvertidas cámaras hipóxicas que implementó el técnico Jorge Luis Pinto para que sus jugadores resistan más que sus rivales. Para Argentina, el choque con Colombia puede ser el partido más complicado de los que ha disputado en la reciente Eliminatoria. Le quedó muy fácil ganarle a Chile y a Bolivia de local y a Venezuela de visitante, con Colombia son más reservados pero no creo que muchos piensen en una derrota de visita a los cafeteros.
Soy pesimista pero de la línea de Oscar Wilde: "el pesimista es un optimista bien informado", y es así, a Colombia le costó anotar su primer gol en la Eliminatoria con un tiro libre de Rubén Dario Bustos, y suma 5 puntos. Argentina lleva siete goles y está a la cabeza con 9 puntos. Esto ateniéndonos a los resultados, sin tocar el tema de confianza y fútbol, algo que los colombianos con el triunfo de hoy con Venezuela apenas empiezan a probar.

sábado, 3 de noviembre de 2007

Un trabajo muy sufrido

Hay gente a la que le gusta la vida sufrida, y en ese grupo están los técnicos de selecciones nacionales y de equipos de fútbol grandes. Debe haber una mezcla de ego descontrolado, optimismo exacerbado, sueldo millonario y pasión por lo que se hace, pues en su trabajo, en vez de sumar horas de vuelo como los pilotos, se la pasan en cuenta regresiva para el despido. Son muchos de ellos kamikazes que se lanzan a la tarea de dirigir a 11 hombres, también con un ego importante, y que confían más en su talento que en la técnica impuesta por el DT. A eso sumémosle que su trabajo es evaluado por millones de personas, que encima, desde el sofá de la casa o desde la tribuna del estadio, se creen mucho mejores que ellos.


Por lo anterior, no me extrañó que Jorge Luis Pinto aceptara manejar a la Selección Colombia, que nos avergonzó en la pasada Copa América en Venezuela y que ahora juega las Eliminatorias al Mundial Sudáfrica 2010. El tipo tiene su carácter. Si no me creen, sólo véanlo con ese bigote y frunciendo el ceño. Le ha valido poco o nada las críticas de los "pontificados periodistas deportivos" y de los hinchas "conocedores", que descalificaron la convocatoria de Agustín Julio, Hugo Rodallega, Jorge Banguero, Edixon Perea y Aquivaldo Mosquera. Le importó poco a Pinto que en el primer partido de la Eliminatoria con Brasil fuera expulsado por empujar y manotear al juez de línea, en reclamo por un penalti que no sancionó el árbitro, y que, en consecuencia, tuviera que dirigir desde la tribuna y a los gritos. Hay que reconocer que para un puesto así hay que tener estómago y aguante. Veo a Alfio "Coco" Basile y parece ser el presidente de dicho grupo. Al entrenador de Argentina lo caracteriza su cabeza medio calva y con algunos pelos desordenados, su voz de ultratumba y la ceja alzada. Basile está curtido de periodistas, dirigentes e hinchas. Es de esos que están más allá del bien y del mal y que no se van a morir de un infarto por las presiones futboleras. Si no tuvo un paro cardíaco cuando era técnico en las Eliminatorias a USA 94, estaba peleado con Maradona y se comió el 5- 0 de Colombia en el Estadio Monumental, no se va a morir de esto. Hay unos integrantes de este grupo de "sufridos" que no alardea pero que su silencio asusta más, caso Marcelo Bielsa (actual DT de Chile), José Pekerman, Luis Fernando Suárez ( DT Ecuador) y Reinaldo Rueda ( ex DT Colombia).


Los técnicos de fútbol tienen que tener un componente en su organismo similar a la de los políticos, una especie de sustancia química que les permite defenderse en hábitat de alto riesgo, sobreexposición, presiones, masas enardecidas, en fin, un caos. Se enojarán los técnicos con la comparación, pero si la mayoría de los políticos están en busca de poder, ¿ellos qué buscan? ¿Hacer feliz al pueblo? mmm. Eso mismo dicen querer los políticos.


Listo. En las próximas columnas dejaré de hacerme preguntas sobre lo que mueve a un ser humano a ser director técnico de un seleccionado nacional, le dejo la duda a los psicólogos también, y me concentraré en los dos próximos juegos de Colombia en la Eliminatoria, que por lo que se publicó en la página de la Federación Colombiana de Fútbol ya están los convocados, pero ese es otro tema. Claro que ya me surge una nueva pregunta: ¿Qué moverá a un ser humano a ser futbolista de una selección nacional? Lectores, espero su opinión a ver si entre todos podemos hallar una respuesta.