sábado, 3 de noviembre de 2007

Un trabajo muy sufrido

Hay gente a la que le gusta la vida sufrida, y en ese grupo están los técnicos de selecciones nacionales y de equipos de fútbol grandes. Debe haber una mezcla de ego descontrolado, optimismo exacerbado, sueldo millonario y pasión por lo que se hace, pues en su trabajo, en vez de sumar horas de vuelo como los pilotos, se la pasan en cuenta regresiva para el despido. Son muchos de ellos kamikazes que se lanzan a la tarea de dirigir a 11 hombres, también con un ego importante, y que confían más en su talento que en la técnica impuesta por el DT. A eso sumémosle que su trabajo es evaluado por millones de personas, que encima, desde el sofá de la casa o desde la tribuna del estadio, se creen mucho mejores que ellos.


Por lo anterior, no me extrañó que Jorge Luis Pinto aceptara manejar a la Selección Colombia, que nos avergonzó en la pasada Copa América en Venezuela y que ahora juega las Eliminatorias al Mundial Sudáfrica 2010. El tipo tiene su carácter. Si no me creen, sólo véanlo con ese bigote y frunciendo el ceño. Le ha valido poco o nada las críticas de los "pontificados periodistas deportivos" y de los hinchas "conocedores", que descalificaron la convocatoria de Agustín Julio, Hugo Rodallega, Jorge Banguero, Edixon Perea y Aquivaldo Mosquera. Le importó poco a Pinto que en el primer partido de la Eliminatoria con Brasil fuera expulsado por empujar y manotear al juez de línea, en reclamo por un penalti que no sancionó el árbitro, y que, en consecuencia, tuviera que dirigir desde la tribuna y a los gritos. Hay que reconocer que para un puesto así hay que tener estómago y aguante. Veo a Alfio "Coco" Basile y parece ser el presidente de dicho grupo. Al entrenador de Argentina lo caracteriza su cabeza medio calva y con algunos pelos desordenados, su voz de ultratumba y la ceja alzada. Basile está curtido de periodistas, dirigentes e hinchas. Es de esos que están más allá del bien y del mal y que no se van a morir de un infarto por las presiones futboleras. Si no tuvo un paro cardíaco cuando era técnico en las Eliminatorias a USA 94, estaba peleado con Maradona y se comió el 5- 0 de Colombia en el Estadio Monumental, no se va a morir de esto. Hay unos integrantes de este grupo de "sufridos" que no alardea pero que su silencio asusta más, caso Marcelo Bielsa (actual DT de Chile), José Pekerman, Luis Fernando Suárez ( DT Ecuador) y Reinaldo Rueda ( ex DT Colombia).


Los técnicos de fútbol tienen que tener un componente en su organismo similar a la de los políticos, una especie de sustancia química que les permite defenderse en hábitat de alto riesgo, sobreexposición, presiones, masas enardecidas, en fin, un caos. Se enojarán los técnicos con la comparación, pero si la mayoría de los políticos están en busca de poder, ¿ellos qué buscan? ¿Hacer feliz al pueblo? mmm. Eso mismo dicen querer los políticos.


Listo. En las próximas columnas dejaré de hacerme preguntas sobre lo que mueve a un ser humano a ser director técnico de un seleccionado nacional, le dejo la duda a los psicólogos también, y me concentraré en los dos próximos juegos de Colombia en la Eliminatoria, que por lo que se publicó en la página de la Federación Colombiana de Fútbol ya están los convocados, pero ese es otro tema. Claro que ya me surge una nueva pregunta: ¿Qué moverá a un ser humano a ser futbolista de una selección nacional? Lectores, espero su opinión a ver si entre todos podemos hallar una respuesta.

1 comentario:

ROOSEVELT CASTRO BOHORQUEZ dijo...

Las motivaciones son muy subjetivas y se vuelven objetivas en la medida que cada uno las proyecte en las metas y los objetivos de cada proyecto de vida. También, hay que mirar los entornos, las idioscincracias de los pueblos. Por ejemplo: usted recuerda la frase de de Francisco Maturana que se "vive como se juega y se juega como se vive".
Nuestra selección Colombia, en las eliminatorias a Italia 90, jugó a una "identidad nacional". Fue una propuesta colectiva en sus inicios, donde se lograron amalgamar los talentos de diferentes regiones de nuestro país, pero, y varios años después, los objetivos individuales primaron sobre los colectivos y llevaron a que esa "identidad" se perdiera.
Es que esa pugna regional, dada desde los procesos de conquista y colonización de nuestro territorio hace más de 5 siglos, han hecho cambiar el discurso de los "protagonistas del balón". Las motivaciones de los jugadores para llegar a la selección colombiana, y respondiendo tu interogante, van por ese norte; es decir: por lo individual en detrimento de lo colectivo. Ya desde pequeños sus motivaciones estan jugar en Europa, sin ni siquiera llegar a los diferentes selecionados departamantales de nuestro país.
También, pasan por "problemas estocamales" vale decir: la redención económica para su familia y todo su entorno familiar.
Otro tanto es el proceso mental que es muy endeble en nuestro caso. Alguna vez le escuchaba decir a tu padre, Aruro Bustamante, que: "los jugadores de fútbol son coimo los aguacates: los maduramos a punta de periódico". Y es cierto.
Sin identidad, sin un proceso mental bien definido, con un exagerado indivualismo, sus motivaciones se vuelven sólo "mercantilistas", para convertirsen en "mercenarios de la pelota".