viernes, 23 de noviembre de 2007

Estuve ahí








Yo estuve ahí, es una afirmación que uno como hincha hace cuando alguien evoca un partido importante. Y yo estuve cuando Racing e Independiente se enfrentaron en la cancha de Racing por el torneo Clausura, el 25 de febrero del 2005. Lo particular de esa tarde fue el estreno de Diego el "Cholo" Simeone como técnico de la Academia, una semana después de despedirse de jugador de ese mismo club de Avellaneda. Como dicen las abuelas: "El palo no estaba para cucharas", los hinchas de Racing estaban enojados por el manejo administrativo del equipo y los resultados en el torneo. El mayor atractivo para mí era ver jugar a estos dos archirivales, y deleitarme con el juego de Sergio el "Kun" Aguero. Este chico de 17 años ya pedía pista para jugar en Europa. De la misma generación de Lionel Messi, la manera de jugar del "Kun" no era de este mundo, y por más que tuvieran que marcarlo, sus rivales y compañeros deseaban sentarse a verlo jugar.
Yo estuve ahí cuando ese mismo chico le marcó dos goles a mi nuevo equipo en Argentina (Racing). Recuerdo que en el segundo gol ya el ambiente pintaba para violento. La "barra brava" de la Academia se acercaba en masa al palco de Fernando Marín, el gerenciador de Blanquiceleste S.A, dueña de Racing. La policía tenía orden de no reprimir la manifestación de los hinchas pero todo se tornó tan violento, con gente arrancando pedazo de cemento de las graderías, que la policía usó balas de goma para dispersar a los hinchas. Yo estuve ahí cuando Simeone, ídolo de Racing, no pudo entrar al vestuario pues algunos seguidores de su equipo del alma se lo impidieron a él y a los jugadores, lanzándoles desde zapatos hasta rocas. 20 minutos tuvieron que quedarse en la mitad de la cancha, hasta que custodiados por la policía, salieron de semejante batalla iniciada por los suyos.


Para quienes no conocen, les cuento que los estadios de estos dos rivales están a dos cuadras de distancia en el mismo barrio, en el partido de Avellaneda. La cancha del Club Atlético Independiente se llama Estadio Libertadores de América, se le conoce como "la doble vicera "por las dos tribunas que tiene techadas. El estadio de Racing Club es Presidente Perón, y le dicen "el cilindro" , por la forma que se ve en el exterior.

Hasta aquí he tratado de ser informativa pero se me asoma un poco lo de hincha de la Academia: Es mejor la cancha de Racing, por más que los de Independiente canten cuando la visiten "Racing, no veo un carajo. A esta cancha de mierda hay que tirarla abajo". La diferencia entre los dos estadios es de estética, estructura y aseo. Nada que hacer.

Yo no voy a estar ahí mañana cuando se juega otro clásico en Avellaneda, entre un Independiente que empezó este apertura en la punta de la tabla y que se fue desinflando, y un Racing ( Dios mio!) que se defiende para no ir al descenso. Aún con esa diferencia de objetivos sigue siendo el segundo clásico en importancia del fútbol argentino.

Yo no voy a estar ahí, pero si van a estar mil policías por considerarse un partido de alto riesgo. Según lo informa el diario Clarín, se aplicará el derecho de admisión, habrá control de alcoholemia y se utilizará el morpho touch, sistema que permite, a través de las huellas digitales detectar si una persona tiene antecedentes penales. Con semejante prevenciones parece más un torneo intercarcelario que un partido entre equipos que nacieron en barrios tranquilos.

Y no voy a estar ahí en la cancha pero seguiré este clásico por televisión. Le haré fuerza a la Academia y cruzaré los dedos porque sea un partido de fútbol y no un titular en la página de policiales.

2 comentarios:

ROOSEVELT CASTRO BOHORQUEZ dijo...

Las medidas de seguridad para un partido de "medio pelo" son muchas. Esas medidad como la prueba de alcoholemia,el morpho touch, o "nos reservamos el derecho de admisión" . Qué bueno que se implementaran acá en el Atanasio para poder decir que "yo estuve allí". Sí, yo estuve ahí disfrutando con mis amigos, los seguidores del equipo rival,en un ambiente de fiesta, d alegría, de confraternidad con el fútbol. No se cuando se nos perdieron esos "valores".
La sensibilidad es una buena amiga,para "seguir soñanado con llegar a primera". Es que hay que escribir desde el corazón, desde la emoción, y poco(quizás hasta lo nulo) desde la razón. este articulo es otro gol desde la mitad de la cancha. Felicitaciones.
ROOSEVELT CASTRO B.
Director HISTORIAS A LA REDONDA

Anónimo dijo...

Paula: Qué lástima que el futbol se vea empañado por escenas lamentables de violencias te cuento que si por allá llueve por acá no escampa, los clásicos paisas siguen siendo una batalla campal constante, los que vivimos anteriores clásicos en la tribuna oriental compartiendo el kokoriko con el vecino de al lado recordamos con nostalgia aquella èpocas, qué tristeza que nos siga diviendo no sòlo el color de la camiseta sino también el color de la violencia!!